Nuestra Señora de Regla
Aunque la invocación de Regla es de origen incierto (el origen del nombre de “Regla” o cómo llegó la imagen a la ermita de los Ponce de León, etc.) sí disponemos de una bibliografía sobre el santuario y la Virgen de Regla.
Todo arranca de la imagen de la Virgen de Regla, que comenzó a recibir devoción en el Castillo de los Guzmanes ya en el siglo XIV. Se trata de unan talla de transición de románico al gótico, aunque la leyenda, al ponderar a fuerza de la advocación se remonta, como acostumbraban las leyendas, a tiempo pretéritos, en nuestro caso la época de San Agustín.
La tradición
Cuenta la tradición que, saqueada Hipona, por los vándalos, los discípulos de San Agustín, obispo de dicha ciudad africana, huyeron en una barca portando la imagen de una Virgen. Según la leyenda la imagen data del año 300 d.C., y fue mandada a construir por San Agustín, siendo obispo de Hipiona, para su oratorio.
Huyeron hasta que el mar les llevó al promontorio de Chipiona el 2 de julio del año 443, y allí fundaron un monasterio sobre los restos de alguna antigua construcción.
Con la llegada de los árabes, el prior Simón, en el 713, la escondió en un pozo bajo una higuera, cercano al lugar de culto, junto con los utensilios de decir misa y una lamparilla encendida.
En 1.330 un canónigo reglar de la Catedral de León, que venía cruzando toda la península, se sentó bajo una higuera a reposar teniendo una visión, en la cual se le desveló que la imagen de la Virgen estaba en el pozo que había junto a aquel árbol, con lo que la talla estuvo oculta durante 617 años. En aquel lugar se colocó una cruz, y años más tarde concederían los Ponce de León su castillo para convertirlo en templo y así poder dar culto a la Virgen.